Volando voy

Un libro necesario para que el ambiente de la noche salmantina de los 80 no quede en el olvido. Captar y transmitir aquellas sensaciones no es nada fácil. El autor no pretende hacer un catálogo exhaustivo de los locales de la época, eso lo haría mejor alguno de los profesionales que trabajó la noche. El libro transmite aquellos anhelos ya olvidados de una generación. A medio camino entre la psicología y la sociología, desde su subjetividad, no se me ocurre otra forma, te hace revivir esos deseos y vivencias que también fueron de otros muchos. Quizás sea difícil valorar esa intención si se busca otra cosa

Muy exhaustivo, no defrauda, aunque resulta un tanto repetitivo en la descripción de las emociones del autor. Excelente retrato de garitos (más que tugurios) como el Moderno, el Country o el Callejón, que forman parte de la memoria sentimental de todos los que estudiamos en Salamanca en los 80. Lástima que la escritura esté lastrada por interminables digresiones intercaladas entre paréntesis o guiones, y por frases repletas de oraciones subordinadas, como si el autor se empeñara en expresarlo todo a la vez, sin respirar. Eso hace que la lectura sea pesada por momentos, con frases interminables en las que cuesta seguir el hilo del razonamiento. Se compensa con el interés extremo (para mí al menos) del tema tratado. Recomendable para todos los salmantinos, y para quienes estudiaran allí.