The Loney (El retiro)

Una pena que al final esta novela que llevaba tiempo esperando su turno en la estantería, no haya sido lo que esperaba. Tanto su portada como el hecho de que venía alabada por el gran Stephen King hicieron que mis expectativas fueran muy altas. De hecho, aún no tengo muy claro lo que he leído, ¿es terror? Desde luego que no porque aquí brilla por su ausencia. ¿Es gótico o suspense? La verdad es que no está nada claro. El caso es que la premisa se mostraba muy interesante⤵️ La novela está ambientada en 1976, en un paraje lúgubre y sombrío conocido como el Loney, al noroeste de la costa inglesa. Un paraje que ha sido lo mejor de la novela sin ninguna duda, sientes la soledad, el frío del lugar y el salitre en tu piel. Pues hasta este lugar viajan el joven protagonista y narrador de esta historia, junto con algunos familiares y fieles de la parroquia para pasar la Pascua en ese retiro como una medida desesperada para encontrar una "cura"  o más bien milagro, para su hermano Hanny (Andrew) en un santuario cercano, el cual padece algún tipo de discapacidad que nunca se llega a especificar cuál es. Nuestro protagonista es la única persona en la que Hanny confía y con la que se comunica, y para ello han desarrollado su propio lenguaje de signos con los que se transmiten sentimientos tales como miedo, tristeza, disculpa, hambre o confusión. La novela da comienzo con el momento presente, tras la noticia de la aparición del cuerpo de un niño en el retiro donde estuvo con su familia hace treinta años. Es a través de esos flasbacks provocados por tan terrible noticia, cómo nos contará los años que pasó en el lugar y lo que allí ocurrió. Tras la misteriosa muerte del anterior sacerdote; el padre Wilfred, les asignarán otro para realizar este peculiar retiro. Todo parece indicar que Wilfred perdió la fe tras la última visita que realizaron al lugar. Ha sido sustituido por un clérigo de origen irlandés que tiene otra manera diferente de llevar a su congregación y por ello, y como es lógico, surgirán rencillas con los fieles más devotos. El autor sabe sacar el máximo partido a este personaje en cuestión para poner la religión católica como base para esta historia y debatir sobre amplias cuestiones morales que pueden hacerse un poco densas si el tema no te atrae, como ha sido mi caso. Los hermanos, junto a sus padres, el nuevo sacerdote y dos parejas más, van a realizar una peregrinación por Pascua a dicho lugar; el Loney. Un lugar frío, inhóspito y peligroso, fruto del capricho de las mareas. Un lugar a evitar porque se corre el riesgo de ser sorprendido por estas traidoras corrientes y perecer al intentar escapar de ellas. Toda esta primera parte donde se nos presenta el Loney y su peculiar paisaje ha sido la parte que más he disfrutado, ya que el autor consigue crear una atmósfera opresiva, de peligro inminente. Pero llega el final y te das cuenta de que realmente se ha pasado más de la mitad de la novela divagando sobre religión, la fe, la familia y el miedo. Y ese peligro que se intuía en las primeras líneas jamás llega a producirse. Por si esto fuera poco, el final es extraño, apresurado y confuso. Algo en lo que el autor podría haber ahondado más ya que la historia tenía potencial para mucho más, dejando algunos flecos en el aire o a libre interpretación y eso es algo que detesto. ¿Lo mejor? Lo bien que se lee, a pesar de no ser una lectura que rebose acción, el autor posee una prosa sencilla y visual que hace que te imagines todo a la perfección, eso unido al hecho de que tiene bastantes diálogos aporta algo de fluidez a la lectura. La relación entre los hermanos es otro punto fuerte de la novela, además de la fabulosa ambientación. Pero eso no ha sido suficiente muy a mi pesar 😌