Los últimos años del siglo XX fueron dedicados por el Papa Juan Pablo II a las personas de la Santísima Trinidad. En cada uno de estos años, el Padre Fuster dedicó doce catequesis, una por cada mes. Este pequeño...
El Padre era la bendita obsesión del Hijo, desde su entrada en el mundo -"Aquí estoy, para hacer tu voluntad"- hasta su muerte: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Y, cuando ha de enseñar a los discípulos...
El libro quisiera ser un manual para quienes se inician en el estudio de Dios y una ayuda valiosa para los ya iniciados. En segundo lugar tiene una impronta Tomista presente en los distintos temas