Mi esposa y yo compramos un rancho

¿A quién no le gustaría disfrutar de una apacible vida rural en un rancho en plena naturaleza? Bosques, arroyos, estanques, senderismo, cultivar y cocinar tus propios alimentos... Todo esto es lo que les espera a Harry y Sasha, que desean escapar de la vida estresante de la ciudad y ven la ocasión perfecta cuando la agente inmobiliaria les muestra un rancho en las inmediaciones de una reserva natural en el estado de Idaho, nada menos que en un entorno idílico en el valle de Teton. No lo dudan, y junto con su Golden Retriever, Dash, hacen las maletas y emprenden el viaje que cambiará sus vidas. Pronto se presentarán sus ancianos vecinos, Dan y Lucy. Serán ellos quienes les prevengan y les preparen el terreno respecto a lo que les supondrá vivir en ese rancho y el precio a pagar, cómo enfrentarse a esa fuerza oscura e inexplicable que se presenta en cada estación con un aspecto diferente y más siniestro a medida que pasen las estaciones. En un principio y como es lógico, Harry quien es el más escéptico de los dos, lo achacará todo a una superstición local y no le dará más importancia, llegando incluso a tachar de lunáticos a los vecinos. Hasta que una noche, instigado por su mujer decide hacer lo que sus vecinos les indicaron con unas precisas instrucciones que Sasha no dudó en mantener a buen recaudo. La trama y la narración hacen que no puedas parar de leer y vayas pasando páginas a un ritmo endiablado. Solo la curiosidad por saber cómo se presentará el espíritu en la siguiente estación hará que devores las páginas. Aún así, hay partes en las que Harry, antiguo veterano de guerra, en sus reuniones con su vecino Dan con quien rápidamente entablará una buena amistad a pesar del mal pie con el que empezaron, revivirá escenas de campo de batalla y es algo que puede aburrir a los que no les entusiasme el tema bélico, o les haga desconectar de la trama. A mi no es un tema que me atraiga en absoluto, pero son hechos muy puntuales y no me han ralentizado el ritmo de lectura en exceso o impedido disfrutar del resto de la trama por lo mucho que estaba disfrutando de todo lo demás en ese rancho, su magnífica ambientación y de mi protagonista favorito; Dash, el perro del joven matrimonio, un amor de cuatro patas 😍 Aunque sí es verdad que podían haber acortado esas partes y haber ahondado más en el tema del espíritu, algún otro protagonista que está algo desaprovechado e indagado más en la historia y folklore del lugar. Sin embargo, al finalizar la novela te das cuenta de lo necesarias que eran esas partes para el desarrollo de la historia y lo bien integradas que están con lo que allí les sucede a los protagonistas. Y es que todo tiene un por qué y tiene su razón de ser para estar ahí. El libro se divide en cinco partes, una para cada estación y un primer capítulo llamado Hacia el oeste donde se nos presenta el proceso de mudanza y sus decisiones para llegar hasta esa inhóspita región. Y dentro de cada parte se irán alternando las voces de cada uno de los protagonistas, Harry y Sasha, quienes nos irán desvelando su forma de enfrentarse a los sucesos. Según iba leyendo no podía parar de pensar que gracias a las malas decisiones e impulsividad de Harry la trama se ponía más y más tensa. Si no le pongo la máxima puntuación es porque sentí que algunas partes que comenté antes ralentizaban un poco la trama y el final que me dejó con la sensación de que había algo más...🤐 de resto es una muy buena novela que se lee casi sin darte cuenta. Una prosa muy ágil y fluida salvo por esas partes. 🔝👌Que un espíritu que asola una reserva natural tome diferentes formas dependiendo de la estación del año, es algo que me ha parecido muy original y mantenido con la intriga de cómo se presentaría en cada ocasión. El estrés y la violencia que viví en algunos tramos ha sido brutal. Una lectura más que recomendable. Y que no les engañe el título, a mi personalmente me hizo gracia pero lo que esconde el interior es puro terror 😱