Por sus páginas deambulan multitud de temas de forma más o menos velada, aunque son especialmente redundantes algunos: el análisis introspectivo de las emociones y los sentimientos, la náusea existencial, el paso del tiempo...
Siempre se escribe la historia del que manda. Por eso hay que mandar para tener historia. Los obreros no tenemos historia que escribir en ningún sitio, ni para nadie que nos mire como ejemplo.
Vivir conscientemente cada minuto, cada segundo del contorno mediato que nos limita es muy difícil. Intentar conocer, comprender, entender las cosas que componen ese contorno es la única forma de ser un poco libre.
Cuando tenemos el pan nuestro de cada día cubierto, no sentimos su carencia en los demás; pasamos por el lado de la indigencia extrañados y asombrados de su existencia.
Este libro es una recopilación de poemas dedicados, escritos de 1957 a 1997. "Trino y uno" (1957) era el nombre que se daban el grupo de amigos, en Valencia, formado por su hermano Enrique, el pintor Ignacio Lorente Tallada y él...
«Versos para recuperar la infancia, para desangrar las derrotas provocadas por la injusticia, para encontrar las cosas perdidas, alimentos, abrazos, naturaleza, para revivir los sueños agostados para siempre.» (Andrés Sorel)