La buena razón era alzar nuevas tribunas, hermanar ambiciones,. modelar urbes sin cepos a la naturaleza, contagiarnos ágoras. Nos pusimos manos a la obra, pero, una y otra vez,. lo que nos salían eran absolutas verdades, constantes...
En el preciso instante en el que saltador sale del agua,. aún aéreo tras su paso por campana, esto es lo que nos dice: yo, vosotros, hemos estado allí arriba. No importa cómo: basta con que estemos juntos en la memoria.
Fui orfebre y no pude. desprenderme de las copas y. anillos que labré en mis talleres. fui rey y no sólo promulgué leyes. sino que en ídolos ocultos en mi. palacio adoré a mi pueblo