El talismán es fetiche, quitamiedos; el talismán invoca y atrae la gracia, otorga poderes mágicos. Su aura protectora se escribe como sortilegio y ritual para ahuyentar a la muerte; su poder es escudo frente al desaliento, consuelo...
La nube, con su arte magnífico de aparecer y desaparecer en el mínimo lapso de un parpadeo, se erige símbolo de lo pasajero, como los plenos momentos de la vida. Imprevisibles, seductoras y nómadas excitan al ojo, sin poder...