Algunos hombres buenos

Si vas al cine y un tercio de pantalla no se ve, ¿te quejarías? Si compras un libro de 300 páginas, y 100 de ellas están en blanco, ¿podrías tener un buen concepto de lo que cuenta? Las ideologías consiguen; no solo que no te quejes, sino que creas que las 200 páginas que puedes leer son toda la realidad. Lo que no ves, no existe y, además, no quieres que exista. Este libro, con tensa narrativa, no niega la existencia de la pantalla que ves, pero expone de forma clara, lo que muchos no quieren ver. Es valiente y a contracorriente. Es un paso atrás para tener una perspectiva (de género) más amplia. La ideología imperante del momento es falaz. Tras el amparo de nobles causas como la protección del desigual, no reconoce su pasada de frenada y genera desigualdades. El péndulo debe equilibrarse y no oscilar de un lado al otro. Si no eres preso de ideología, léelo. Te sentirás acompañado y empatizarás con estos padres. No podrás creer -y te angustiará- la absoluta falta de amparo hacia estos padres. Y niños. Y niñas. Y niños. Y niñas. Y niños. Y niñas... Si ya estás invadido por ideólogos, léelo. Tienes oportunidad de leer las 100 páginas que no te enseñaron y liberarte. O rebatirlo, si es que hay algo que rebatir.