BALADAS DE UN PAÍS EN DESMEMORIA

Es muy variopinto en cuanto a la temática predominando la social y política. Una antología donde aparece lo esencial de la poesía del autor.

Me preparo para leer el libro de César Alfonso Viñas Baladas de un país en desmemoria. No sé, por muchas cosas, intuyo algo. Su foto, su trayectoria, sus intenciones. Todos los indicios apuntan a que tras la portada de su poemario, saldrá la detonación de un torpedo. Yo, me preparo adecuadamente. Pongo el jarrillo de agua a hervir para acompañarme con una deliciosa infusión de parsiflora, a cada verso un sorbo, dulce y lentamente, ese era mi plan. Vuelvo al cuarto y abro la portada de su libro, y página a página, verso a verso, quedo abducido, secuestrado. Me tiendo en la cama y desarrollo todas las asanas del más perfecto manual de yoga mientras lo leo. Los poemas de César, me abducen, me subyugan, me secuestran. César Alfonso expone su credencial. Como Gabriel Celaya, desarrolla un verbo fácil y plagado de imágenes y referencias que viene a encarnar ese viejo desafío de que la poesía es un arma cargada de futuro. Ya hace tiempo, desempolvando de los viejos anaqueles de la Universidad la prestigiosa revista de investigación literaria Insula, descubrí un bellísimo capítulo dedicado a la poesía útil. La utilidad es la bala escondida que ningún poeta actual pone en su recámara El destino social de los versos, es la flecha que ningún vate guarda ya hoy en día en su carcaj. La poesía social murió con César Vallejo y con Paco Ibáñez, ya nadie se acuerda en los mercados literarios de ella, y por eso los versos de César Alfonso se hacen tan frescos, tan necesarios tan imprescindibles. Se oye a lo lejos la sirena de un coche de bomberos, apostado al pie de mi casa. El jarrito de agua que empecé a preparar consumió su agua y acabó ardiendo mientras yo leía pacíficamente los versos de César. Como véis, su poesía ya causa siniestros públicos, y yo personalmente quedo secuestrado por ella. Que nadie pague rescate. Gracias César. Antonio Flores Borrego.